Linfedema en México una descripción epidemiológica

18.09.2024

El artículo analiza la epidemiología y características clínicas del linfedema en México, basado en datos recopilados entre 2015 y 2021 en una clínica especializada. Se incluyeron 446 pacientes, de los cuales el 81% eran mujeres y el 19% hombres, con una edad media de 50.5 años. El 60% de los casos fueron de linfedema relacionado con cáncer (CRL), el 25% linfedema secundario no relacionado con cáncer (NCRSL), y el 15% linfedema primario.

Entre los pacientes con CRL, el 81% estaba relacionado con cáncer de mama. En cuanto a los síntomas, el 45% de los pacientes reportó discapacidad para realizar actividades diarias debido a la hinchazón en sus extremidades. Además, el 64% de los pacientes presentaba sobrepeso u obesidad, y un 82% de ellos realizaba menos actividad física de la recomendada. El estudio destaca que las mujeres fueron el grupo más afectado y que no existen guías clínicas claras en México para diagnosticar y tratar adecuadamente el linfedema, lo que resulta en una atención deficiente.

Discusión:

En la discusión, los autores destacan varias limitaciones y hallazgos importantes del estudio. A pesar de las dificultades para obtener información epidemiológica clara, este estudio es el más amplio realizado en México sobre el linfedema, y proporciona datos valiosos para comprender mejor esta enfermedad en el país.

Uno de los puntos más importantes es que la gran mayoría de los pacientes se encuentran en las etapas avanzadas de la enfermedad (etapas II y III), lo que indica una falta de diagnóstico temprano. Esto implica que, en la mayoría de los casos, los pacientes buscan tratamiento cuando ya presentan síntomas graves, lo que limita las opciones de manejo efectivo. Los autores subrayan la importancia de una mayor conciencia entre los profesionales de salud para detectar y tratar el linfedema en sus etapas tempranas, donde se puede prevenir su progresión.

Otro aspecto destacado es el sesgo de género observado. El 81% de los pacientes eran mujeres, lo cual puede explicarse por la alta prevalencia de linfedema relacionado con el cáncer de mama. Sin embargo, los autores señalan que los hombres también pueden sufrir linfedema relacionado con otros tipos de cáncer (como el de próstata), y que factores socioculturales y económicos pueden influir en su acceso al diagnóstico y tratamiento. En particular, se sugiere que los roles de género en México, donde los hombres tienden a evitar buscar atención médica hasta que los síntomas se vuelven discapacitantes, podrían ser una de las causas del menor diagnóstico en hombres.

Otro hallazgo relevante es la relación entre el índice de masa corporal (IMC), el nivel de actividad física y la discapacidad. Se observó que el 64% de los pacientes estaban en la categoría de sobrepeso u obesidad, y que el 82% no realizaba suficiente actividad física. Los autores plantean la hipótesis de que esta falta de actividad física y el alto IMC podrían agravar el linfedema y aumentar la discapacidad. Se sugiere que podría existir un "círculo vicioso", donde el linfedema empeora debido al sedentarismo, y la discapacidad resultante hace que los pacientes realicen aún menos actividad física, contribuyendo así al aumento de peso y a la progresión de la enfermedad. Los autores destacan la necesidad de investigar más sobre la relación entre estos factores para diseñar intervenciones que mejoren la calidad de vida de los pacientes.

El estudio también revela que un tercio de los pacientes experimenta dolor en las extremidades afectadas, a pesar de que el linfedema generalmente no se asocia con dolor. Los autores sugieren que esto puede deberse a una falta de comprensión sobre la condición por parte de los profesionales de la salud, quienes pueden no abordar adecuadamente los problemas de dolor en estos pacientes. Se resalta la importancia de evaluar el dolor de manera más precisa en futuros estudios para comprender mejor su impacto en los pacientes con linfedema.

En cuanto a las complicaciones, como infecciones recurrentes y eventos trombóticos, se encontró que eran frecuentes en los pacientes con linfedema, lo que sugiere que estos factores podrían actuar como desencadenantes o agravantes de la enfermedad. Además, el 95% de los pacientes con linfedema relacionado con cáncer había sido sometido a cirugía previa, como mastectomía o linfadenectomía, lo que destaca la importancia de monitorear de cerca a los pacientes que han pasado por este tipo de intervenciones.

Los autores concluyen que la falta de conocimiento clínico sobre el linfedema en México es un factor clave que impide un manejo adecuado de la enfermedad. Existen grandes vacíos en la investigación, lo que limita la capacidad de desarrollar guías clínicas basadas en datos locales. Finalmente, subrayan la necesidad de estudios adicionales que proporcionen datos más detallados y precisos sobre las diferentes causas del linfedema para mejorar el diagnóstico, tratamiento y calidad de vida de los pacientes en México y América Latina.